Cosas que es mejor no hacer con personas que viven con alzhéimer
Cuando se trata de cuidar a alguien que vive con alzhéimer, es fundamental entender cómo podemos ayudar de manera efectiva. Esta enfermedad afecta no solo la memoria, sino también la personalidad y la forma de relacionarse. Conozco de cerca esta realidad y he aprendido que hay ciertas actitudes y comportamientos que es mejor evitar para no agravar la situación. A continuación, compartiré algunas de las cosas que es crucial no hacer con quienes enfrentan esta condición.
No minimizar sus sentimientos
Es fácil caer en la tentación de restar importancia a lo que sienten las personas con alzhéimer. Sin embargo, minimizar sus emociones puede causarles confusión y tristeza. Cada día puede ser un desafío, y sus preocupaciones son reales para ellos. Al ignorarlas, solo aumentamos su frustración.
En lugar de decir cosas como “no te preocupes” o “no es tan grave”, es mejor escuchar con atención. Preguntar cómo se sienten y validar sus emociones puede marcar una gran diferencia. Así, les mostramos que estamos presentes y que sus sentimientos importan. Esto fortalece la confianza y crea un ambiente más seguro.
No insistir en recordar
Recordar es una de las áreas más afectadas por el alzhéimer. Por eso, presionar a una persona para que recuerde momentos o nombres puede ser contraproducente. Cuando insistimos, podemos causarles ansiedad y frustración. Lo mejor es permitir que los recuerdos fluyan naturalmente y no forzarlos.
Si la persona no recuerda algo, es mejor cambiar de tema o hablar sobre otros aspectos que sí le resulten familiares. Esto puede ayudar a que se sientan más cómodos y menos presionados. Además, celebrar los pequeños logros en la memoria puede ser mucho más positivo que centrarse en lo que se ha olvidado.
No hablar en tono infantil
A veces, al tratar con personas que tienen alzhéimer, se cae en el error de hablarles como si fueran niños. Esto puede resultar muy despectivo y hacerles sentir menospreciados. Es esencial mantener un tono respetuoso y adecuado a su edad. La dignidad siempre debe estar presente en nuestras interacciones.
Utilizar un lenguaje claro y directo, pero a la vez amable, es lo más recomendable. Preguntarles su opinión y permitirles participar en conversaciones puede hacer que se sientan valorados. Recordemos que, aunque su memoria esté afectada, su esencia y su dignidad siguen intactas.
No interrumpir su ritmo
Las personas que viven con alzhéimer pueden necesitar más tiempo para procesar información y responder. Interrumpir su ritmo puede generarles estrés y desorientación. Por ello, es fundamental ser pacientes y darles el espacio necesario para que se expresen, aunque eso signifique esperar unos momentos más.
Si notas que se detienen o tardan en encontrar las palabras, evita completarlas por ellos. En lugar de eso, ofrécele tu apoyo sin presionar. Esto les ayudará a mantener su autonomía y confianza en sí mismos. Además, fomentar un ambiente tranquilo puede beneficiar su bienestar emocional.
No sobrecargar con información
Cuando hablas con alguien que tiene alzhéimer, es fácil dar demasiada información de una sola vez. Esto puede resultar abrumador. Es mejor comunicarse de forma clara y sencilla. Proporcionar pequeños fragmentos de información ayudará a que comprendan mejor lo que se les dice.
Utiliza frases cortas y directas. Si es necesario darles instrucciones, hazlo paso a paso. Esto les permitirá procesar la información sin sentirse perdidos. También puedes usar recordatorios visuales o escritos, lo cual puede ser de gran ayuda.
No ignorar su necesidad de rutina
Las personas con alzhéimer suelen beneficiarse de una rutina diaria. Ignorar esta necesidad puede generarles ansiedad y desorientación. Mantener horarios para comer, descansar o realizar actividades puede aportarles seguridad y estabilidad.
Involúcrate en la creación de una rutina que se adapte a sus capacidades. Al hacer esto, les brindas un sentido de control y previsibilidad. Además, es útil revisar la rutina periódicamente para ajustarla según sus necesidades y cambios en su condición.
No evitar la conversación sobre la enfermedad
Es común que las personas eviten hablar sobre el alzhéimer por miedo a incomodar. Sin embargo, ignorar el tema puede llevar a malentendidos y frustraciones. Hablar abiertamente sobre la enfermedad puede ayudar a la persona a entender su situación y a sentirse más cómoda.
Asegúrate de abordar el tema con sensibilidad y cuidado. Pregunta cómo se sienten respecto a su situación y escúchales activamente. Esto les permitirá expresar sus preocupaciones y miedos. Así, construimos un espacio de confianza donde se sientan seguros para compartir.
Conclusiones a tener en cuenta
Interactuar con personas que viven con alzhéimer puede ser un reto, pero también es una oportunidad para aprender y crecer. Evitar ciertos comportamientos y actitudes puede hacer una gran diferencia en su calidad de vida. La empatía, el respeto y la paciencia son clave en este proceso.
Recuerda que cada persona es única y puede reaccionar de diferentes maneras. Te animo a que observes y te adaptes a sus necesidades. Al final del día, lo más importante es que ellos se sientan queridos y apoyados en su camino. Cada pequeño gesto cuenta y puede iluminar sus días.